Hacer que las ciudades y los asentamientos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles (ODS11)

Las infraestructuras y el espacio para el deporte, la educación física y la actividad física en la planificación urbana y rural pueden ayudar a apoyar, desarrollar y mantener estilos de vida activos y saludables para sus ciudadanos. Las orientaciones de ONU-Hábitat indican que se debe destinar un mínimo del 15% de las zonas urbanas a espacios abiertos y verdes y a instalaciones públicas. La integración de oportunidades para el deporte, la educación física y la actividad física en dichos espacios y en todos los entornos urbanos puede tener un impacto generalizado y a largo plazo (ODS 11.3 y 11.7). Son más eficaces cuando su diseño, aplicación y gestión tienen en cuenta las necesidades de todos los ciudadanos, incluidos los discapacitados, así como otros grupos vulnerables como los niños y las mujeres.